Edward Chace Tolman, nace en Newton,Massachusetts (14 de abril de 1886 – 19 de noviembre 1959)
Al enfocarse en la vertiente
intencional de la conducta; es decir, en el comportamiento orientado a metas,
se le considera iniciador del conductismo
propositivo y una figura clave para la introducción de las variables
cognitivas en los modelos conductuales, aunque el estudio de los mapas cognitivos es su aportación más
conocida
Inició sus estudios en
electroquímica para más tarde cambiar a filosofía y psicología. Recibió su
doctorado de la Universidad de Harvard en 1915. La mayor parte de su carrera la
pasó en la Universidad de California en Berkeley entre 1918 y 1954, enseñando
psicología.
Aunque Tolman fue firmemente
conductista en su metodología, no fue un conductista radical como B.F Skinner. Como el título de su libro
de 1932 indica, quería usar métodos para obtener una comprensión de los
procesos mentales de humanos y otros animales.
Tolman buscó demostrar que los
animales podían aprender hechos acerca del mundo que podrían usar de manera
flexible subsecuentemente, en vez de simplemente aprender respuestas
automáticas iniciadas por estímulos ambientales. En el lenguaje de su tiempo,
Tolman fue un teórico E-E (estímulo-estímulo). Se apoyó en la psicología Gestalt para argüir que los animales
podían aprender las conexiones entre estímulos sin requerir ningún evento
explícito que fuera biológicamente relevante para que el aprendizaje ocurriese.
La teoría rival, la mucho más mecanística teoría E-R (estímulo-respuesta), que
veía la conducta como dirigida por refuerzos, fue defendida por Clark Hull. Demostró que las ratas que
habían explorado un laberinto con alimento en un periodo en el que no tenían
hambre pudieron recorrerlo correctamente en el primer intento cuando ahora sí
estaban hambrientas. Sin embargo, Hull y sus seguidores fueron capaces de encontrar
explicaciones alternativas a las de Tolman.
Oponiéndose al modelo Estímulo-Respuesta
(E-R), personificado en autores como Thorndike,
Guthrie o Hull, se orientaba al paradigma Estímulo-Estímulo (E-E).
Según el modelo E-E el
aprendizaje se produce por la asociación entre un estímulo condicionado y otro
incondicionado, que pasa a evocar la misma respuesta condicionada en presencia
del refuerzo; en cambio, desde la perspectiva E-R se defendía que el
aprendizaje consiste en la asociación entre un estímulo condicionado y una
respuesta condicionada.
Así, Tolman y autores afines
consideraban que el aprendizaje depende de que el sujeto detecte la relación
entre dos estímulos, lo cual le permitirá obtener una recompensa o evitar un
castigo, frente a los representantes del modelo E-R, que definían el
aprendizaje como la adquisición de una respuesta condicionada a la aparición de
un estímulo previamente incondicionado.
Desde el paradigma E-R se
proponía una visión mecanicista y pasiva del comportamiento de los seres vivos,
mientras que el modelo E-E afirmaba que el rol de quien aprende es activo
puesto que implica un componente de procesamiento cognitivo voluntario, con una
meta determinada.
Propuso el concepto de los mapas cognitivos para explicar los
resultados de sus experimentos. Según Tolman, las ratas construían
representaciones mentales del laberinto durante las sesiones de entrenamiento
sin necesidad de refuerzo, y por tanto podían llegar a la meta cuando ello
tuviera sentido.
Lo mismo sucedería con las
personas durante la vida cotidiana: cuando se repite una ruta de forma
frecuente se aprende la localización de un gran número de edificios y lugares;
no obstante, las personas se dirigen a estos, sólo en caso de que resulte
necesario para alcanzar una meta determinada.
Para demostrar la existencia
de los mapas cognitivos Tolman hizo experimentó con después de que las ratas aprendieran
el recorrido del laberinto, con éste lleno de agua. A pesar de ello los
animales conseguían llegar al lugar donde se les daba comida. De este modo
confirmó que las ratas no aprendían a ejecutar una cadena de movimientos
musculares, como defendían los teóricos del paradigma E-R, sino que eran
necesarias variables cognitivas, o al menos no observables, para explicar el
aprendizaje que habían adquirido, y la respuesta utilizada para alcanzar el
objetivo podía variar.
Fuentes:
Tolman, E C; Gleitman, H (1949), Studies in
spatial learning; place and response learning under different degrees of
motivation. Journal of experimental psychology.
Tolman, E. C. (1932). Purposive Behavior in
Animals and Men. New York: Century.
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